El cepo es un artefacto ideado para sujetar, retener o inmovilizar. Como consecuencia, tiene una función muy amplia tanto en el hombre como en la caza, alguna determinada conducta del inmovilizado, para la que ha sido ideado, y de la que deriva su forma o el estado de sujeción, la cual puede ser planificada o espontánea, incluso sorpresiva y pícara. Los hay, y los ha habido, de diversas clases, surgidas a raíz de las finalidades o del origen de los mismos, entre los cuales destacan aquellos que se destinaban históricamente a la tortura, o a la caza, a la seguridad de la conservación de algo, a la certeza del cumplimiento de una sanción, o a la seguridad de fondos donados unilateralmente.[1][2]