Cerebro | ||
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Cerebro humano en rojo. | ||
Nombre y clasificación | ||
Latín | Cerebrum | |
TA | A14.1.03.001 | |
Gray | pág.736 | |
Información anatómica | ||
Sistema | Sistema nervioso | |
Parte de | Encéfalo | |
Arteria |
Cerebral anterior Comunicante anterior Cerebral media | |
Vena | cerebrales, talamoestriada superior, coroidea, cerebrales superficiales | |
Precursor | Telencéfalo y Diencéfalo | |
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El cerebro humano es el órgano más voluminoso del encéfalo. Ocupa los sectores anterior y medio (superior) de la cavidad craneal. Su componente principal son los hemisferios y la corteza cerebral que recubre su superficie, derivados del prosencéfalo.[1] Los hemisferios del cerebro presentan formaciones más o menos evidentes llamadas lóbulo cerebral. Especialmente amplios son en el humano sus lóbulos frontales, que están asociados con funciones ejecutivas, tales como el autocontrol, la planificación, el razonamiento y el pensamiento abstracto.
El cerebro humano se encarga tanto de regular y mantener cada función vital del cuerpo, como de ser el órgano donde reside la mente y la conciencia del individuo.
La evolución del cerebro, a través de los primates hasta los homínidos, se caracteriza por un aumento constante en la encefalización, que es la relación del cerebro con el tamaño corporal.[nota 1][nota 2]
El humano adulto tiene un volumen cerebral, calculado promedio de 1300 centímetros cúbicos
Se ha estimado en 2016 que el cerebro humano, formado por los dos hemisferios recubiertos por la corteza cerebral, contiene en total unos 20 000 000 000 (veinte mil millones; 2 × 1010) de neuronas.[2][3]
Lo más relevante para la transformación del funcionamiento del cerebro, no parece ser el número de neuronas, sino la complejidad que viene dada por las conexiones que se establecen entre las distintas partes del encéfalo.[4] Incluso el cerebro del adulto, es notablemente dinámico, plástico y reconfigurable, hecho que está respaldado por una abrumadora cantidad de evidencia científica.[5][6]
El cerebro humano está protegido por los huesos del cráneo, suspendido en líquido cefalorraquídeo, y aislado de la sangre por la barrera hematoencefálica, pero su naturaleza delicada lo hace susceptible a muchos tipos de daños y enfermedades. Las formas más comunes de daño físico son por un traumatismo craneoencefálico, un accidente cerebrovascular, o una intoxicación. El cerebro humano también es susceptible de tener enfermedades degenerativas, como la epilepsia, la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple y la enfermedad de Alzheimer. Una serie de trastornos psiquiátricos, como la esquizofrenia, la neurosis o la depresión, son causados en parte por disfunciones cerebrales.
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