Una cofia es un gorro, y en algún momento de su historia fue también una prenda masculina. Se conservan algunas imágenes del siglo XIV en que puede verse con cofia a algunos profesionales sobre todo en el campo de la medicina.[1] La cofia no fue nunca un complemento lujoso aun cuando algunas estaban confeccionadas con tejidos caros. Servía para recoger los cabellos y en algunos casos —en Francia sobre todo— se utilizaban bajo el casco militar. Con el tiempo su uso se hizo exclusivo en los uniformes de las doncellas o criadas de casas elegantes, más como adorno que como uso práctico, y en el gremio de la enfermería.[2]