El contrapiso[1][2] o solera es una capa de hormigón pobre que se utiliza como mediador entre el terreno natural y el piso o solado. El término contrapiso es usual en Hispanoamérica, mientras que en España se usa solera.[3][4]
Esta capa de relleno homogeneiza la superficie de trabajo, y permite transmitir las cargas del tránsito desde el piso hacia el terreno, evitando que algunos movimientos en el suelo por asentamiento o expansión generen grietas al revestimiento utilizado. El espesor usual es de aproximadamente 10 cm. En otros países de Iberoamérica se lo conoce como «falso piso» cuando va en contacto con el terreno natural y denominan «contrapiso» a la carpeta de cemento y arena utilizada para recibir alfombras (moquetas) o pisos cerámicos.
El espesor del contrapiso varía según su utilidad.