Crisis del siglo XIV es la denominación historiográfica de uno de los períodos que puede considerarse como de crisis secular o crisis general, al menos para Europa y la cuenca del Mediterráneo. Temporalmente abarca el tramo final de la Edad Media, hasta la recuperación de la población, el dinamismo económico y el nuevo vigor cultural que trajeron el Renacimiento y la Era de los descubrimientos. En las interpretaciones de la historia de la civilización occidental se la considera un factor determinante para explicar la transición de la Edad Media a la Edad Moderna.
La Gran Hambruna de 1315-1317 y la Peste Negra de 1347-1351 redujeron potencialmente la población europea a la mitad o más cuando el Período Cálido Medieval llegó a su fin y comenzó el primer siglo de la Pequeña Edad del Hielo. Fue necesario hasta 1500 para que la población europea recuperara los niveles de 1300.[1]