Cuestor del sagrado palacio | ||
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Cargo desaparecido | ||
Ilustración representativa del questor sacrii palatii dentro de una edición medieval de la Notitia dignitatum. | ||
Ámbito | Imperio romano | |
Sede | gobierno central | |
Ente superior |
emperador prefecto del pretorio | |
Creación | gobierno de Constantino | |
Supresión |
476 (en el Imperio romano occidental) Siglo XIV (en el Imperio bizantino) | |
El cuestor del sagrado palacio (en latín, quaestor sacri palatii) fue un cargo público que existió durante el Bajo Imperio romano y el posterior Imperio bizantino dentro del gobierno central.[1]
Su denominación derivaba de los quaestores Augusti (posteriormente denominados questores candidati) existentes durante el Principado y que tenían el privilegio de hablar al senado en nombre del emperador.[2] No se conoce con exactitud cuando fue creado el puesto aunque, por Zósimo, se sabe que comenzó a existir durante el gobierno de Constantino I (306-337). Los primeros titulares conocidos fueron Flavio Tauro, Montio y Leoncio, los tres atestiguados para 354 bajo el gobierno de Constancio II.[2]
Era una persona de plena confianza del emperador que contaba con excepcionales dotes para la oratoria y cuya función inicial consistía en hacer de portavoz suyo y enviado personal para asuntos delicados o incluso, peligrosos.[3] Posteriormente se amplió su cometido y para 370, se sabe que Eupraxio asesoraba a Valentiniano I en cuestiones legales.[2] Se convirtió en un miembro ex officio del consistorium y debido a sus dotes literarias y sus conocimientos sobre legislación fue el funcionario que recogía las propuestas, daba forma escrita y la redacción final de las leyes que se aprobaban por el emperador.[4] La producción de estas solía seguir un procedimiento habitual:
Para hacer su trabajo, el questor sacri palatii no tenía a su disposición un equipo propio de ayudantes sino que hacía uso de la sacra scrinia, un departamento con varias funciones donde abundaban los expertos en legislación.[4]
El cargo se mantuvo en vigor y con las mismas atribuciones dentro del Imperio bizantino hasta el siglo VIII cuando sus funciones en la elaboración y redacción de las leyes fueron asumidas por otros funcionarios.[7] El quaestor sacri palatii pasó a desempeñar, entonces, un papel de juez en determinadas disputas legales (por ejemplo, entre los propietarios de tierras y sus arrendatarios) y para desarrollarlo, se le asignó un amplio grupo de colaboradores.[8] Para el siglo XIV, sin embargo, había perdido su contenido real y se había convertido en un título honorífico.[9]
Los questores sacri palatii más conocidos fueron Antíoco Chuzon (429-438) y Triboniano (529-532) responsables, respectivamente, de la publicación del Código teodosiano y el Código de Justiniano.[10]