En la mitología griega, las danaides (en griego Δαναΐδες) fueron las cincuenta hijas del rey Dánao. Ovidio se refiere a ellas, en Las metamorfosis, como las bélides, en alusión al padre de Dánao y abuelo de las mismas, Belo. Tzetzes dice que Dánao engendró a las cincuenta muchachas con Europa, una de las náyades e hija del Nilo.[1] De entre todas las danaides destacan solamente dos: Hipermestra y Amimone.
Respecto a las ceremonias rituales de Deméter, que los griegos llaman Tesmoforias, las hijas de Dánao fueron las que trajeron consigo esos ritos de Egipto y los enseñaron a las mujeres pelasgas.[2] Hesíodo dice que las danaides enseñaron el arte de perforar pozos y que gracias a ellas la ciudad de Argos, que padecía de una sequía atroz, se hizo una ciudad rica en agua y abundante en pozos.[3]
Esquilo escribió una tetralogía de tragedias acerca de las hijas de Dánao: Las Suplicantes, llegada a nosotros, Los Egipcios, Las Danaides y el drama Amimone.