La deriva continental es la hipótesis que describía el desplazamiento de las masas continentales unas respecto a otras, desarrollada en 1912 por el alemán Alfred Wegener a partir de diversas observaciones empírico-racionales.
La hipótesis de Wegener fue desplazada en la década de 1970 con el desarrollo de la tectónica de placas, cuando se pudo explicar de manera adecuada el movimiento de los continentes.[1]