Una escama (del latín squama) es una pequeña placa rígida que crece de la piel de un animal, generalmente para proporcionarle aislamiento y protección. Son bastante comunes y han evolucionado numerosas veces a través de la evolución convergente, con diferentes estructuras y funciones.[1]
Generalmente están clasificadas como parte del sistema integumentario de un organismo. Existen varios tipos de escamas según su forma y la clase de animal.