El etanol es un compuesto químico obtenido a partir de la fermentación de los azúcares que puede utilizarse como combustible, solo, o bien, mezclado en cantidades variadas con gasolina, y su uso se ha extendido principalmente para reemplazar el consumo de derivados del petróleo.
El combustible resultante de la mezcla de etanol y gasolina se conoce como gasohol o alconafta. Dos mezclas comunes son E10 y E85, con contenidos de etanol del 10% y 85%, respectivamente.
El etanol también se utiliza cada vez más como añadido para oxigenar la gasolina normal, reemplazando al éter metil ter-butílico (MTBE). Este último es responsable de una considerable contaminación del suelo y del agua subterránea. También puede utilizarse como combustible en las celdas de combustible.
Hoy en día, casi todo el etanol producido en el mundo se obtiene mediante fermentación a partir de materias primas comestibles vegetales ricas en almidón y azúcares, como el maíz, el trigo, la caña de azúcar o la remolacha.[1] A este bioetanol derivado de materia comestible se le denomina "de primera generación". El bioetanol obtenido a partir de biomasa lignocelulósica es aún muy minoritario y se denomina "de segunda generación".[2]