La eugenesia (del griego εὐγονική /eugoniké/, que significa ‘buen origen’: de εὖ /eu/ [‘bueno’], y γένος /guénos/ [‘origen’, ‘parentesco’]) es una corriente de pensamiento que defiende la mejora de los rasgos hereditarios humanos a nivel social mediante diversas formas de intervención manipulada y métodos selectivos de humanos.[1][2]
El origen de la eugenesia está estrechamente relacionado con el surgimiento del darwinismo social a finales del siglo XIX.[3][4][5]
El eugenismo pretende el incremento en número de personas supuestamente más fuertes, sanas, inteligentes o de determinada etnia o grupo social, presuponiendo una relación directa o lineal entre estos rasgos y la genética, por lo que promueve, a través de métodos directos o indirectos, impedir o dificultar la procreación de aquellas personas o grupos que no poseen esas cualidades, llegando a considerar su aplicación como una ventaja en el ahorro de recursos económicos para los países. En este sentido, está relacionada con el malthusianismo, el natalismo selectivo y el nacionalismo. Sin embargo, actualmente el avance de la investigación genética ha puesto de manifiesto el error de la interpretación de la relación directa entre genes y rasgos psicológicos, ya que dicha relación está mediada por muchos factores, entre los que cabe destacar los de carácter fisiológico (los genes no fijan la conducta, solo codifican un aminoácido el cual va a formar parte de una proteína, y ésta de un tejido en un proceso o función fisiológica). Además, en el caso de los caracteres psíquicos y conductuales, se añade una complicada cadena de influencias indirectas, como el carácter dinámico de las relaciones entre los factores ambientales y genéticos a lo largo del desarrollo ontogenético de cada individuo.
Mientras que el medio tradicional de selección genética en plantas y animales era la selección artificial (basada, aunque se desconocieran, en las leyes de Mendel), los métodos del eugenismo del siglo XIX y XX incluyen desde la esterilización forzada hasta el genocidio. Los métodos eugenistas modernos se centran en el diagnóstico prenatal, la exploración fetal, la orientación genética, la fecundación in vitro y la ingeniería genética.[6] También existe el aborto eugenésico que es la interrupción voluntaria del embarazo cuando se puede predecir con probabilidad o certeza que el feto nacerá con un defecto o enfermedad.[7]
Desde el punto de vista moral, la eugenesia entendida como «perfeccionamiento de la especie humana» o llevada a cabo sin responsabilidad puede vulnerar principios fundamentales y la dignidad de la persona.[8] Desde el punto de vista epistemológico, la eugenesia tradicional es considerada una pseudociencia, al entremezclar entre sus fundamentos tesis espurias que obedecen a intereses no defendibles desde posiciones estrictamente científicas,[9] aunque la eugenesia del siglo XXI (de carácter privado, individual y terapéutico) sí se puede encuadrar como práctica científica que, en conjunción con disciplinas como la Ética y los acuerdos legislativos, es capaz de contribuir al bienestar de los seres humanos.[10]
Históricamente, la eugenesia ha sido usada como justificación para diversas formas de discriminaciones coercitivas y violaciones de los derechos humanos que fueron promovidas por sistemas políticos, por ejemplo: casos de esterilización forzosa de personas con defectos genéticos, asesinatos a personas por su raza, religión u orientación sexual así como el genocidio de razas o culturas consideradas inferiores. Como el programa de eugenesia nazi, "La experiencia más traumática la encontramos en Alemania, donde los nazis pusieron en práctica su ideología racial, por lo que decidieron deshacerse de aquellas razas que ellos consideraban inferiores (6 millones de judíos, 800 000 gitanos,…), y ejecutando un programa médico denominado Aktion T4, en el que se asesinó o esterilizó a 275 000 personas, entre personas con discapacidad, enfermos mentales y homosexuales".[11]
La selección artificial de seres humanos fue sugerida desde épocas muy antiguas, al menos desde Platón, pero su versión moderna fue formulada por vez primera por Francis Galton en 1865, recurriendo al entonces reciente trabajo de su primo Charles Darwin. La eugenesia fue una disciplina académica en muchos institutos y universidades. Su veracidad científica comenzó a cuestionarse en la década de 1930; sin embargo, en esa época Ernst Rüdin empezó a incorporar la retórica eugenésica a las políticas raciales de la Alemania nazi. Durante el periodo de posguerra, gran parte tanto del público, incluyendo la comunidad científica, asociaba la eugenesia con los abusos nazis, que incluyeron la "higiene racial" y la exterminación; sin embargo, varios gobiernos regionales y nacionales mantuvieron programas eugenésicos hasta la década de 1970.[12]