Fetichismo [en portugués: feitiço, lit. 'hechizo' o 'encantamiento'; a su vez, del en latín: facticius, lit. 'artificial' o 'hecho por el hombre' (derivado de «facere», que significa «hacer»); en francés fétiche] es una parafilia que consiste en la excitación erótica o la facilitación y el logro del orgasmo a través de un objeto fetiche, como una prenda de vestir o una parte del cuerpo en particular, o una acción. El fetichismo sexual se considera una práctica inofensiva, salvo en el caso de que provoque malestar clínicamente significativo o problemas a la persona que lo padece o a terceros, pudiendo en este caso llegar a considerarse un trastorno patológico propiamente dicho.
Los aparatos fabricados con el objetivo de la estimulación o para el juego sexual no se consideran fetiches.
El DSM IV lo clasifica como enfermedad siempre y cuando sea una conducta recurrente durante al menos seis meses, necesaria para la excitación sexual y que afecte la vida social o laboral del sujeto. En el caso de que no afecte la vida social o laboral del paciente, se considera simplemente como una manifestación de su sexualidad.[1]