La fiebre de Lassa es una fiebre hemorrágica causada por el Lassa virus, perteneciente a la familia Arenaviridae. Se transmite a los humanos a través del contacto con Mastomys natalensis (rata común africana) u objetos domésticos que resulten ser contaminados por los excrementos de Mastomys natalensis (zoonosis).[1] La enfermedad es endémica en los animales roedores que habitan en algunas zonas de África Occidental.[2] La enfermedad también puede transmitirse entre personas, incluso en entornos de laboratorio, especialmente en hospitales donde no se toman medidas adecuadas de control de la infección. Casi siempre a través del contacto directo con sangre u otros líquidos corporales de los pacientes.