La fortaleza mental, fuerza mental (en inglés mental strength o mental toughness), entereza,[1] fortaleza psicológica o fortaleza emocional es la capacidad de una persona para no dejarse abatir por circunstancias negativas,[2]que pueden ir desde un pequeño contratiempo hasta una tragedia. Esta característica psicológica puede predecir el éxito en el deporte, la educación y el trabajo.[3]El concepto surgió en el contexto del entrenamiento deportivo, como uno de los atributos que permiten mejorar a un atleta, afrontando entrenamientos difíciles o complicadas situaciones competitivas y saliendo adelante sin perder la confianza. El término ha sido utilizado por entrenadores, psicólogos deportivos, comentaristas deportivos y líderes empresariales.
Lo opuesto es la fragilidad psicológica,[4] fragilidad emocional,[5] sensibilidad emocional (ser muy sensible) o fragilidad mental,[6] que no debe confundirse con la debilidad mental, un término desfasado, originalmente no peyorativo, para describir la discapacidad intelectual. Tampoco las personas altamente sensibles (PAS) tienen por qué ser psicológicamente frágiles. Son cosas distintas.
Decir de una persona que tiene mucha fortaleza de carácter es positivoː significa que aguanta bien las adversidades. Pero también es impreciso, ya que tras el libro Manual de virtudes y fortalezas del carácter, de Christopher Peterson y Martin Seligman, se considera que el carácter tiene 24 fortalezas. Sin embargo, decir que alguien tiene un carácter muy fuerte o que tiene mucho carácter es negativoː describe que se encoleriza fácilmente.[7]
La fortaleza mental puede considerarse como la aplicación de las características de la valentía.[8] Algunos sinónimos adicionales pueden ser resiliencia, determinación, fuerza de voluntad, fortaleza de ánimo,[1] presencia de ánimo[9] o aplomo. Una persona con fortaleza mental puede enfrentarse a los desafíos a medida que surjan y seguir adelante, tanto si triunfa como si fracasa. Jorge Luis Borges lo condensa en estos versosː