Los hongos psilocibios, también llamados hongos alucinógenos, son hongos que contienen sustancias psicoactivas como la psilocibina, la psilocina y la baeocistina.[1] En un primer momento de lente metabolizada a psilocina, la cual actúa como un antagonista parcial en los receptores de serotonina 5-HT2A y 5-HT1A en el cerebro.
Fueron una de las primeras drogas empleadas por la humanidad. Hallazgos arqueológicos muestran que ya en 1600 a. C. se consumía la especie Amanita muscaria en la India. Se los ha asociado al Soma y al Haoma, la droga sagrada de la inmortalidad en las culturas indo iranias, a la ambrosía de los mitos griegos, a los misterios de Eleusis, también en la antigua Grecia, e incluso —minoritariamente— a los orígenes del cristianismo. Los utilizaban las tribus nómadas de Siberia en ritos comunales de indulgencia. Estos conocían algo sobre el metabolismo de los alcaloides responsables de los efectos alucinógenos del hongo, si se bebía la orina, se podían prolongar los efectos.[2]
Los ejemplares del género Psilocybe se utilizaban en el Nuevo Mundo antes de la llegada de los españoles.[3] El «hongo mágico» de México y Centroamérica posee un historial de uso humano más prolongado que el de cualquier otra planta con efectos psicoactivos.[2]
En la actualidad, algunos grupos en la zona que abarca del centro de México hasta Oaxaca siguen usando este tipo de hongos: grupos de nahuas, mixtecos, mixes, mazatecos y zapotecos, entre otros.[9] Un personaje importante en la historia del uso medicinal de los hongos fue María Sabina.[10]
El tratamiento de depresión mediante la psicoterapia asistida por psilocibina está siendo examinado.[11][12][13]
↑Kuhn, C.; Swartzwelder, S., Wilson, W. (1998/2003). Buzzed: The Straight Facts about the Most Used and Abused Drugs from Alcohol to Ecstasy. p. 83. W. W. Norton & Company Inc. ISBN 0-393-32493-1
↑Guzmán, G. (2005). Species diversity of the genus Psilocybe (Basidiomycotina, Agaricales, Strophariaceae) in the world mycobiota, with special attention to hallucinogenic properties. International Journal of Medicinal Mushrooms, 7(1-2), 305-331. doi=10.1615/IntJMedMushr.v7.i12
↑Wurst, M., Kysilka, R., Flieger M. (2002). Psychoactive tryptamines from Basidiomycetes. Folia Microbiológica, 47(1), 3–27. doi=10.1007/BF02818560. pmid=11980266.