En la mitología griega Licurgo (en griego Λυκοῦργος) era rey de los edones en Tracia y uno de los enemigos de Dioniso. Driante («roble») es su padre[1][2][3] o bien su hijo.[1] Por oponerse a los dioses fue castigado, bien por Zeus, que lo dejó ciego,[3] o bien por Dioniso, que acabó con su vida de forma violenta.[1][2] Dice un escolio que el primer testimonio de este mito fue la Europía de Eumelo.[4]