Liquen

Lecidea atrobrunnea y Acarospora contigua, dos líquenes crustáceos.
Líquenes de Finlandia

Un liquen tradicionalmente se define como un holobionte conformado por un hongo (micobionte) y una o varias poblaciones fotosintéticas de algas o cianobacterias (fotobiontes) esparcidas de manera extracelular en el micelio del micobionte considerado como el hospedero o ex-habitante.[1]​ Aunque se considera que los líquenes son las interacciones mutualistas mejor conocidas,[2]​ es difícil definir qué es un liquen por su carácter simbiótico.

La interacción micobionte-fotobiontes debe presentar propiedades emergentes y el talo conformado debe ser morfológicamente diferente al de las especies separadas.[3]​ Cuando el fotobionte es el hospedero se dice que es una micoficobiosis pero en ocasiones hay holobiontes que no se pueden catalogar fácilmente como liquen o micoficobiosis, conocidos como liquenes frontera en donde no es posible definir un hospedero.[4]​ Recientemente, se han encontrado más integrantes a la simbiosis[5][6]​ y se tiene una visión más holística del liquen como un microhábitat en donde varias especies de hongos del clado Dikarya, microalgas y bacterias coexisten en un intrincado sistema simbiótico.[7]

De acuerdo con el carácter de esa asociación, se pueden distinguir numerosos tipos estructurales de líquenes: desde los más simples, donde hongo y alga se unen de forma casual, a los más complejos, donde el micobionte y el ficobionte dan lugar a un talo morfológicamente muy diferente a aquel que forman por separado, y donde el alga se encuentra formando una capa bajo la protección del hongo.[8]​ Los líquenes son organismos pluricelulares, excepcionalmente resistentes a las condiciones ambientales adversas y capaces, por tanto, de colonizar muy diversos ecosistemas. La protección que aporta el hongo frente a la desecación y la radiación solar, y la capacidad de fotosíntesis del alga confieren al simbionte características únicas dentro de los seres vivos. La síntesis de compuestos únicamente presentes en estos organismos, las llamadas sustancias liquénicas, permiten un mejor aprovechamiento de agua y de luz y la eliminación de sustancias perjudiciales.

  1. Hawksworth, D. (1988). The variety of fungal-algal symbioses, their evolutionary significance, and the nature of lichens. Botanical Journal of the Linnean Society. 96. 3 - 20. 10.1111/j.1095-339.1988.tb00623.
  2. U'Ren, Jana M.; Lutzoni, François; Miadlikowska, Jolanta; Laetsch, Alexander D.; Arnold, A. Elizabeth (2012-05). «Host and geographic structure of endophytic and endolichenic fungi at a continental scale». American Journal of Botany 99 (5): 898-914. ISSN 0002-9122. doi:10.3732/ajb.1100459. Consultado el 14 de julio de 2021. 
  3. Ahmadjian, V. (1982). Holobionts have more parts. Int. Lichenological Newsletter 15 (2): 19.
  4. Pérez-Ortega, Sergio; Garrido-Benavent, Isaac; Grube, Martin; Olmo, Rocío; de los Ríos, Asunción (1 de septiembre de 2016). «Hidden diversity of marine borderline lichens and a new order of fungi: Collemopsidiales (Dothideomyceta)». Fungal Diversity (en inglés) 80 (1): 285-300. ISSN 1878-9129. doi:10.1007/s13225-016-0361-1. Consultado el 14 de julio de 2021. 
  5. Spribille T, Tuovinen V, Resl P et al. (2016). Basidiomycete yeasts in the cortex of ascomycete macrolichens. Science 353:488–492.
  6. Tassilo, F. & Hawksworth, D. (2007). Biodiversity of lichens, including a world-wide analysis of checklist data based on Takhtajan’s floristic regions. Biodiversity and Conservation. 16. 85-98. 10.1007/s10531-006-9142-6.
  7. Medina, Edier Soto; Díaz, David; Montaño, Javier (18 de enero de 2021). «Biogeografía y riqueza de los líquenes de Colombia». Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales 45 (174): 122-135. ISSN 2382-4980. doi:10.18257/raccefyn.1224. Consultado el 14 de julio de 2021. 
  8. Nash, Thomas H. (1996). Lichen biology. Cambridge University Press. ISBN 0-521-45974-5. 

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