El MiniDisc, minidisc o MD es un disco magneto-óptico desarrollado desde 1992 hasta 2014 por la multinacional de origen japonés Sony (y otros fabricantes), de menor tamaño que el CD convencional y también menor capacidad de almacenamiento (unos 700 MB por CD frente a unos 150 MB por Minidisc, aunque este último llegó a poder albergar 1 GB por disco Hi-MD, cuando asimismo la evolución paralela del CD le llevó a una capacidad de unos 4,7 GB por disco DVD; es decir, que siempre se ha mantenido una proporción cercana al 5:1 en capacidad a favor del CD/DVD) y calidad (debido a la compresión ATRAC, conceptualmente parecida a la MP3). La compañía japonesa anunció que detendría la distribución del dispositivo a partir de marzo de 2014, debido a su baja demanda.
El formato Minidisc nació fundamentalmente para sustituir a los viejos casetes de música y ofrecer un medio de grabación digital editable.[1]
Es un disco magneto-óptico de pequeñas dimensiones (7 cm × 6,75 cm × 0,5 cm) y regrabable, de almacenamiento magneto-óptico diseñado inicialmente para contener hasta 80 minutos de audio digitalizado. El soporte es anterior al similar disco óptico encapsulado UMD, conocido sobre todo por su uso en la videoconsola PlayStation Portable.
La tecnología del Minidisc fue anunciada por Sony en 1992 y se introdujo en esa fecha en el mercado de todo el mundo. El formato que se usa para la música está basado en la compresión ATRAC/ATRAC3, utiliza DRM, diferentes bitrates, y un muestreo directo a partir de una señal digital o analógica. En Japón se convirtieron en sustitutos de las cintas de casete, pero no fue así en el resto del mundo. Llegaron a ser populares en el Reino Unido durante tres años (1999-2001), cuando se comercializaron álbumes de música (conocidos también como "pre-recorded" minidiscs).
La principal ventaja que ofrece es su fiabilidad como dispositivo portátil de almacenamiento de sonido.
Los discos MiniDisc son más pequeños que los CD, tienen un diámetro de 64 mm, pero su velocidad de transferencia de datos es menor: 292 Kbit/s, frente a los 1,4 Mbit/s que requiere el CD (aquí también aparece una proporción aproximada de 5:1 a favor del CD). Entrega una resolución de 16 bits, utilizando para ello la frecuencia de muestreo estándar 44,1 kHz.