La pedosfera (del Griego πέδον [pédon] suelo o tierra + σφαίρα [sfaíra] esfera) se refiere al conjunto de suelos de la Tierra. Es una capa discontinua que depende de los procesos de formación y destrucción del suelo. Existe en la interfase entre la litosfera, la atmósfera, la hidrosfera y la biosfera.[1]
La pedosfera se encuentra debajo de la cubierta vegetal de la biosfera y sobre la hidrosfera y la litosfera. El proceso de formación del suelo (pedogénesis) puede comenzar sin la ayuda de la biología, pero se acelera significativamente en presencia de reacciones biológicas.[2] La formación del suelo comienza con la descomposición química y/o física de los minerales para formar el material inicial que se superpone al sustrato del lecho de roca. La biología lo acelera al secretar compuestos ácidos (ácidos predominantemente fúlvicos) que ayudan a romper la roca. Los pioneros biológicos particulares son los líquenes, los musgos y las plantas portadoras de semillas,[3] pero se producen muchas otras reacciones inorgánicas que diversifican la composición química de la capa inicial del suelo. Una vez que los productos de meteorización y descomposición se acumulan, un cuerpo coherente del suelo permite la migración de fluidos tanto vertical como lateralmente a través del perfil del suelo, lo que causa el intercambio iónico entre las fases sólida, líquida y gaseosa. A medida que pasa el tiempo, la geoquímica de la capa de suelo se desviará de la composición inicial del lecho de roca y evolucionará a una química que refleja el tipo de reacciones que tienen lugar allí.[4]