En botánica, un árbol de hoja perenne o perennifolio[1] es una planta que tiene un follaje que permanece verde y funcional durante más de una temporada de crecimiento. Esto también se aplica a las plantas que conservan su follaje solo en climas cálidos, y contrasta con las plantas caducifolias, que pierden completamente su follaje durante el invierno o la estación seca. El vocablo «perennifolio» procede del latín perennis (‘duradero, perenne’) y de folium (‘hoja’). Esta flora también recibe el nombre de sempervirente o siempreverde, ya que pese a que existe en zonas de estaciones frías, siempre mantiene el follaje.