La «toma de posesión chequista» del Estado y los activos económicos rusos fue realizada supuestamente por una camarilla de amigos y socios cercanos a Putin[7] que gradualmente se convirtió en un grupo líder de oligarcas rusos y que «tomaron el control de los recursos financieros, de medios y administrativos del Estado ruso»[8] y restringió las libertades democráticas y los derechos humanos. Según algunos estudiosos, Rusia se ha transformado en un estado «FSB».[9][10] Putin mismo admitió que «no hay tal cosa como un hombre ex KGB»[11][12] y tampoco hay «un grupo de colegas del FSB enviados a trabajar encubiertos en el Gobierno haya completado con éxito su primera misión».[13]
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