Un salar o salina[1] es un término que se refiere a una cuenca hidrográfica endorreica con una evaporación mayor que la escorrentía, donde llegan aguas portadoras de sales (sales boratos, cloruros, nitratos, sulfatos, etc.). Al evaporarse el agua, aumenta la concentración de las sales en el lugar. El salar puede estar definitivamente seco como el salar Grande (costero), puede recibir y mantener agua en forma intermitente o ser un lago con alta concentración de sales.
Los salares están formados por una parte líquida correspondiente a salmueras, una parte salina representada por la decantación de diferentes sales transportadas por el agua a la cuenca, y una parte sólida compuesta por arena, limo y arcilla. Predominan sales tales como cloruros, sulfatos, nitratos, boratos, entre otros.[2]: 18
La complejidad del fenómeno de cuenca hidrográfica, acarreo de sales, escorrentía, evaporación, sedimentación y también explotación de minerales y sales conlleva que el término "salar" sea utilizado en diferentes contextos con un diferente significado, a veces como "cuenca", "salmuera" (agua con sal), "costra de sal" o con un significado económico.[3]: 13