Segunda guerra sino-japonesa | ||||
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Parte de el Frente de China en el marco de la Segunda Guerra Mundial | ||||
De izquierda a derecha y de arriba abajo: Miembros de la Armada Imperial Japonesa en un ataque químico en la batalla de Shanghái; Ametralladoras pesadas Tipo 92 del Ejército Imperial Japonés durante la Operación Ichi-Go; Fuerza Expedicionaria China del Ejército Nacional Revolucionario marcha a las colonias británicas de Birmania e India para apoyar a los Aliados contra la invasión japonesa; Cadáveres de las víctimas chinas de la masacre de Nankín a las orillas del río Qinhuai; El Servicio Aéreo de la Armada Imperial Japonesa realizando el bombardeo de Chongqing y ametralladoras del Ejército Nacional Revolucionario durante la batalla de Wuhan. | ||||
Fecha |
7 de julio de 1937-2 de septiembre de 1945 (Conflictos menores desde el 18 de septiembre de 1931 hasta el 6 de julio de 1937) | |||
Lugar | China continental y Océano Pacífico | |||
Casus belli | ||||
Resultado | Victoria china tras la rendición japonesa a los Aliados. | |||
Consecuencias |
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Cambios territoriales | China recupera Manchuria, Liaodong, Taiwán y Pescadores, pero perdió Mongolia Exterior. | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
Fuerzas en combate | ||||
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Bajas | ||||
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La segunda guerra sino-japonesa o segunda guerra chino-japonesa[12] (中国抗日战争 en chino, 日中戦争 en japonés) fue un conflicto militar entre la República de China y el Imperio de Japón que se libró entre el 7 de julio de 1937 y el 9 de septiembre de 1945, en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Comenzó cuando el ejército japonés, que ya había invadido Corea y Manchuria (véase Manchukuo), inició la invasión del norte y el este de China. China luchó con el apoyo económico de la Unión Soviética y los Estados Unidos contra Japón, cuyo apoyo económico venía de la Alemania nazi. Después del ataque japonés a Pearl Harbor en 1941, la guerra se fundió en el gran conflicto de la Segunda Guerra Mundial como un frente importante de lo que se conoce como la guerra del Pacífico. La segunda guerra sino-japonesa fue la mayor de Asia en el siglo XX[13] y causó más del 90 % de las víctimas de la guerra del Pacífico. Se calcula que unos veinte millones de personas, la inmensa mayoría civiles, perdieron la vida en ella.[14] La invasión concluyó con la rendición de Japón el 9 de septiembre de 1945.
La guerra fue el resultado de las consecuencias de la primera guerra sino-japonesa de 1894-1895, así como de una política imperialista japonesa que se extendió durante décadas destinada a ampliar su influencia política y militar con el fin de garantizar el acceso a las reservas de materias primas y otros recursos económicos de la zona, en particular los alimentos y el trabajo, y comprometer la guerra con otros en un contexto de política del militarismo agresivo modernizado en la región Asia-Pacífico, particularmente con la Asociación de Apoyo al Régimen Imperial del gabinete de Hideki Tōjō y con el orden del emperador Shōwa. Antes de 1937, China y Japón lucharon en conflictos menores, localizados, los llamados «incidentes». En 1931, el incidente de Mukden precipitó la invasión japonesa de Manchuria por el Ejército de Kwantung japonés. El último de estos incidentes fue el incidente del Puente de Marco Polo de 1937, que marcó el comienzo de la guerra total entre los dos países.
La invasión japonesa de 1937 tenía como objetivo la conquista de la capital china, Nankín, y la expulsión de los nacionalistas de la región del bajo Yangtsé, la más desarrollada del país.[14] Como la conquista y devastación de la capital no bastó para obligar al Gobierno chino a rendirse, la guerra prosiguió, primero en torno a la nueva capital china de Wuhan (Batalla de Wuhan) y luego en los principales enclaves costeros del país y en algunas regiones rurales, donde habían aparecido guerrillas, principalmente comunistas.[14] Durante los primeros meses de la guerra, el avance japonés fue casi imparable: para finales de 1937, se habían apoderado de Pekín, Tianjin, Nankín, Shanghái, Qingdao, Taiyuan, Cantón, de Chahar y Suiyuan y de gran parte del norte de China.[15]
A principios de 1938, la suerte de los combates pareció favorecer a los chinos, con la victoria de Li Zongren en Taierzhuang y la denodada resistencia de la nueva capital, Wuhan, pero para el otoño los chinos habían perdido esta, así como las provincias de Anhui y Jiangxi.[15] A finales de año, el frente se estabilizó hasta el último gran avance japonés de 1944, que tuvo lugar durante la Operación Ichi-Go, que permitió a los nipones unir los territorios que dominaban en el norte y en el sur del país.[14] Japón controlaba las ciudades más importantes del país —concentradas en el centro y este del territorio— y las principales vías de comunicación —fundamentalmente, líneas férreas—.[14]
A partir de 1941, los japoneses comenzaron a eliminar núcleos de resistencia en el campo, pero nunca llegaron a someterlo y tuvieron que contentarse con realizar sucesivas campañas punitivas.[14] El millón de soldados japoneses consiguió sojuzgar las ciudades y líneas de comunicaciones más destacadas, pero no dominar el campo ni alcanzar la zona suroeste donde se había refugiado el Gobierno chino.[14]
Inicialmente los japoneses lograron victorias importantes, como en Shanghái, y para finales de 1937 capturaron la capital china de Nankín. Después de no poder detener a los japoneses en Wuhan, el gobierno central de China se trasladó a Chongqing, en el interior del país. En 1939, tras las victorias chinas en Changsha y Guangxi, y con líneas de comunicaciones demasiado estiradas en los profundos territorios del interior de China, la guerra llegó a un punto muerto. Los japoneses también fueron incapaces de derrotar a las fuerzas comunistas chinas en Shaanxi, que siguieron realizando operaciones de sabotaje contra los japoneses utilizando tácticas de guerra de guerrillas.
El 7 de diciembre de 1941, los japoneses atacaron Pearl Harbor y, al día siguiente (8 de diciembre de 1941), los Estados Unidos declararon la guerra a Japón. Estados Unidos comenzó a apoyar a China a través del envío de ayudas aéreas sobre el Himalaya después de la derrota de los Aliados en Birmania, que cerró la carretera de Birmania. En 1944 Japón lanzó una invasión masiva y conquistó Henan y Changsha. Sin embargo, esto no fue suficiente para obtener la rendición de las fuerzas chinas. A pesar de seguir ocupando territorio chino, Japón finalmente se rindió el 2 de septiembre de 1945 a las fuerzas aliadas después de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki y la invasión soviética de Manchuria. El resto de las tropas de ocupación japonesas en China (con exclusión de Manchuria) fueron entregadas formalmente el 9 de septiembre de 1945, estableciéndose un Tribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente, que se reunió el 29 de abril de 1946. Como resultado de la Conferencia de El Cairo, celebrada del 22 al 26 de noviembre de 1943, los Aliados de la Segunda Guerra Mundial decidieron frenar y castigar la agresión de Japón mediante la restauración de todos los territorios que Japón se anexó en China, incluyendo Manchuria, Formosa y las islas Pescadores, a la República de China, y de expulsar a Japón de la península de Corea.