Sitio de Leningrado | ||||
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Parte de Frente Oriental de la Segunda Guerra Mundial | ||||
Cañones antiaéreos emplazados frente a la catedral de San Isaac. | ||||
Fecha | 8 de septiembre de 1941-27 de enero de 1944 (2 años, 4 meses y 19 días) | |||
Lugar |
Leningrado, Unión Soviética (actual San Petersburgo, Rusia) | |||
Coordenadas | 59°55′49″N 30°19′09″E / 59.930277777778, 30.319166666667 | |||
Resultado | Victoria estratégica soviética | |||
Consecuencias |
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Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Unidades militares | ||||
Fuerzas en combate | ||||
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Bajas | ||||
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Civiles: 642 000 durante el asedio, 400 000 durante las evacuaciones[6] | ||||
El sitio de Leningrado o la batalla de Leningrado (en ruso: блокада Ленинграда, romanizado: blokada Leningrada) fue una acción militar de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de tomar rápidamente la ciudad de Leningrado (actual San Petersburgo). Sin embargo, los soviéticos opusieron una intrincada defensa y camuflaron edificaciones históricas con redes que impedían determinar su perfil.[7] Así, ante la imposibilidad de lograr sus fines iniciales, los alemanes, comandados por Wilhelm Ritter von Leeb, y sus aliados finlandeses optaron por bloquear los accesos a la población y dejar morir de hambre tanto a sus habitantes como a la guarnición que la defendía.
El asedio comenzó el 8 de septiembre de 1941, tras cortar la Wehrmacht las últimas vías de acceso. Si bien las fuerzas soviéticas lograron abrir un estrecho corredor terrestre a la ciudad el 18 de enero de 1943, los alemanes mantuvieron el cerco hasta el 27 de enero de 1944, es decir, 872 días, uno de los más largos y despiadados de la historia; de hecho, algunos historiadores califican tales actos de genocidio, por llevar, deliberada y sistemáticamente, a morir de hambre a cientos de miles de civiles.[8][9][10][11][12] Familias enteras fallecieron de hambre y frío. La falta de comida obligó a la población a alimentarse de palomas, gatos y ratas, e incluso se registraron actos de canibalismo y de compraventa de cadáveres.[13]
Si la aniquilación no llegó a ser absoluta fue gracias a que civiles y soldados pudieron habilitar, a través del —entonces helado— lago de Ládoga, un corredor por donde llegaba una mínima ayuda a los sitiados. Según recuentos no oficiales, desde el inicio del asedio hasta la liberación de la ciudad habían muerto 1 200 000 personas.[14]