El supremacismo blanco o supremacía blanca es una creencia supremacista que sostiene que las personas blancas son superiores en muchos aspectos a las personas de otras razas o etnias, y que, por lo tanto, las personas blancas deben dominar por sobre todas las etnias. La supremacía blanca tiene sus raíces en el racismo científico, y con frecuencia se basa en argumentos pseudocientíficos. Como la mayoría de los movimientos similares, como el neonazismo, los supremacistas blancos también típicamente se oponen a los miembros de otras etnias, así como a los judíos, gitanos y en algunas ocasiones a hispanos y musulmanes.
El término también se usa normalmente para describir una ideología política que perpetúa y mantiene el dominio social, político, histórico, institucional o jurídico de los blancos (como lo demuestran las estructuras sociopolíticas históricas y contemporáneas, como el comercio atlántico de esclavos, las leyes Jim Crow en los Estados Unidos y el apartheid en Sudáfrica).[1][2] Diferentes formas de supremacismo blanco presentan diferentes concepciones de quiénes son considerados blancos, y diferentes grupos de supremacistas blancos identifican a varios grupos raciales y culturales como su enemigo principal.[3]
En el uso académico, particularmente en el uso que se basa en la teoría crítica de la raza, la locución «supremacía blanca» también puede referirse a un sistema político o socioeconómico en el que las personas blancas disfrutan de una ventaja estructural (privilegio) sobre otros grupos étnicos, tanto a nivel colectivo como individual.