El vidrio es un sólido amorfo inorgánico duro, frágil y transparente que se encuentra tanto en la naturaleza como producido por el ser humano.[1] El vidrio artificial se usa para hacer ventanas, lentes, botellas y una gran variedad de productos.
El vidrio es un tipo de material cerámico, se obtiene a unos 1500 °C a partir de arena de sílice (SiO2), carbonato de sodio (Na2CO3) y caliza (CaCO3).[2]
En la lengua popular de ciertos lugares, sobre todo en España, se confunde el vidrio con el cristal, algo incorrecto debido a que son materiales distintos: el vidrio es un sólido amorfo (sus moléculas están dispuestas de forma irregular) y no un sólido cristalino.[3] Los objetos de vidrio de plomo y otros vidrios de alta calidad también son frecuentemente denominados «cristal» (por ejemplo algunos vasos y copas de vino) y se caracterizan por tener más brillo, una sonoridad más fina cuando son golpeados y ser más frágiles, debido al óxido de plomo que contienen. Por sus diferentes propiedades no deben mezclarse con el vidrio común en el proceso de reciclaje de vidrio.[4]