En la mitología griega, los Cabiros o Cabirios (en griego antiguo Κάβειροι, Kábeiroi) eran un grupo de enigmáticas deidades ctónicas. Fueron adorados en un culto mistérico que tuvo su centro en la isla de Samotracia (Grecia) y estuvo estrechamente relacionado con el mito de Hefesto. El culto se extendió rápidamente por todo el mundo griego durante el período helenístico, siendo finalmente adoptado por los romanos. La mención más antigua de los cabiros está referenciada en una tragedia perdida de Esquilo, Los cabiros, en la que los argonautas se encuentran a los cabiros en Lemnos y estos les prometen cantidades ingentes de vino.[1]
Es probable que los Cabiros fueran originalmente deidades frigias de la fertilidad y protectores de los marineros, que los griegos importaron a su panteón. Según Mnaseas son cuatro en número Axíero, Axiocersa, Axiocerso y Casmilo. La misma fuente dice que Axíero es Deméter, Axiocersa es Perséfone, Axiocerso es Hades y Casmilo es Hermes. La sustitución de Hades por Hefesto se debe a que Hades es el esposo de Perséfone.[2]
Acusilao afirma que de Cabiro y Hefesto nació Cadmilo, y que éste fue padre de tres Cabiros, de los que nacieron las ninfas Cabírides. Ferécides se refiere a la unión de Cabiro, hija de Proteo, y Hefesto, de la que nacerían los tres Cabiros y las tres ninfas Cabírides, unos y otras objeto de culto.[3] Nono dice, siguiendo la línea del anterior, que los cabiros eran dos, hijos de Hefesto y de la tracia Cabiro. Eran Alconte y Eurimedonte, muy versados en las artes de la fragua.[4]
En Tebas, cerca de la puerta Neísta, hay un santuario de Deméter Cabiria y Core. Dicen que en este lugar existió un día una ciudad y unos hombres llamados Cabiros, y cuando Deméter vino a conocer a Prometeo, uno de los Cabiros, y a Etneo, su hijo, les confió algo para que lo guardaran.[5]
Calímaco refiere que los Cabiros tienen una procedencia frigia-anatolia, o bien egipcia según otros, pero sea como sea están vinvulados al oriente. Cuenta, en una historia que no se ha conservado bien, sobre un fratricidio cometido por dos hermanos con un tercero y que estaría, al parecer, vinculado al nacimiento del culto de los Cabiros. En todo caso, Ones es un nombre oriental que está asociado a la figura de Totes, a los Cabiros y a Hefesto.[6]
Sin embargo, debido al secretismo de su culto, su exacta naturaleza y relación con otras antiguas figuras religiosas griegas y tracias permaneció misteriosa. Como resultado, la afiliación y papel de los Cabiros cambió significativamente con el tiempo, incluyéndose entre las variantes comunes una pareja femenina Axíero y Axiocersa y dos jóvenes gemelos que a menudo eran confundidos con Cástor y Pólux, quienes también eran adorados como protectores de los marineros. El número de Cabiros también cambió, con algunas fuentes citando cuatro (a menudo una pareja masculina y otra femenina) e incluso a veces más, como una tribu o raza completa de Cabiros.