En las mitología griega Castalia (en griego Κασταλία, Kastalía) era la ninfa o mujer epónima de la fuente Castalia.[1]
«Subiendo del gimnasio [de Delfos] por el camino que va al santuario está a la derecha del camino el agua de la Castalia, agradable de beber. Unos dicen que el nombre se lo dio a la fuente una mujer del lugar, y otros un hombre llamado Castalio. Pero Paniasis, hijo de Poliarco, que escribió una epopeya relativa a Heracles, dice que Castalia fue una hija de Aqueloo. También he oído que el agua es un regalo del río Cefiso a Castalia. Esto dice también Alceo en su himno a Apolo; y lo confirman sobre todo los lileos, que arrojan en la fuente del Cefiso en ciertos días pasteles del lugar y otras cosas dictadas por el uso, y dicen que aparecen de nuevo en Castalia».[2]
En su comentario sobre la Tebaida, el poeta latino Lactancio Plácido dice que, para escapar de los avances amorosos de Apolo, Castalia se transformó en una fuente en Delfos, en la base del monte Parnaso o en el monte Helicón.[3][4][5]
Castalia podía inspirar el genio de la poesía a aquellos que bebían sus aguas o escuchaban su suave sonido. Su agua sagrada también se usaba para purificar los templos délficos. Apolo consagró Castalia a las Musas (Castaliae Musae).