Yanantin (en español: equilibrio a partir de la oposición complementaria) es una de las características más conocidas y definitorias del pensamiento andino y ejemplifica la adhesión andina a un modelo filosófico basado en lo que a menudo se denomina un "dualismo de términos complementarios"[2] o, simplemente, un "dualismo complementario".[3] Al igual que en el taoísmo chino, la filosofía andina ve los opuestos de la existencia (como hombre / mujer, oscuridad / luz, interior / exterior) como partes interdependientes y esenciales de un todo armonioso. Debido a que se cree que la existencia misma depende de la tensión y el intercambio equilibrado entre las polaridades, existe un compromiso ideológico y práctico muy definido dentro de la vida andina para armonizar los opuestos aparentemente conflictivos entre sí sin destruir ni alterar ninguno de los dos.[4] De acuerdo a algunos autores las oposiciones complementarias pueden estar jerarquizadas[5]
El yanantin puede ser:[6]
En general, estas oposiciones complementarias se basan en la asignación del género masculino o femenino a una de las dos partes, por ejemplo: mundo de arriba (Hanan Pacha, masculino) y mundo de abajo (Uku Pacha, femenino).[6] No obstante, cada parte de la polaridad también tiene una polaridad: la puna, el valle; el hombre, la mujer; el sol y la luna tienen cada uno su parte femenina y masculina. A esta división de la dualidad complementaria se la llama cuatripartición.[7] El concepto de yanantin también se aplica a divisiones espacio-temporales y geográficas simbólicas, que influyen en la administración de los curacazgos, como la división, en el marco del yanantin, entre Hanan/Hurin, y la cuatripartición del Tahuantinsuyu.