Al-Ghazali | ||
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Al-Ghazali | ||
Información personal | ||
Nombre | Abū Ḥāmid Muḥammad ibn Muḥammad at-Tūsī al-Ghazālī | |
Nacimiento |
c. 5 de julio de 1057 Tus, Irán (Persia) | |
Fallecimiento |
19 de diciembre de 1111 (probablemente a los 54 años) Irán (Persia) | |
Profesión | Teólogo, filósofo | |
Obras notables |
The Alchemy of Happiness La incoherencia de los filósofos El resurgimiento de las ciencias religiosas The Moderation in Belief On Legal theory of Muslim Jurisprudence | |
Sitio web | http://www.ghazali.org | |
Al-Ghazali, también conocido por la versión latinizada de su nombre, Algazel, y entre musulmanes como el imán al-Ghazalí o Hújjat-al-Islam[1] (en persa: محمد غزالی; en árabe: ابو حامد محمد بن محمد الغزالي الشافعي الطوسي حجة الإسلام, Ab Hamid Muḥammad ibn Muḥammad al-Gazal ax-Xāfi'ī at-Tusi Ḥujjat al Islam; Irán, c. 5 de julio de 1057-Tus, Irán, 19 de diciembre de 1111), fue un polímata de origen persa, teólogo sufí, jurista, filósofo y místico, considerado uno de los pensadores más importantes de la filosofía islámica, que representa el misticismo más profundo. Perteneciente a la escuela Shafi'i, sus trabajos permitieron por primera vez que el sunismo aceptara el sufismo como ortodoxo. Se le debe igualmente la introducción de la lógica y la silogística aristotélica en la jurisprudencia y la teología islámicas. Escribió El resurgimiento de las ciencias religiosas (Iḥyāʾ ʿulūm al-dīn), es posiblemente su obra apologética más importante.[2]
Al-Ghazali tuvo una formación filosófica muy completa, conociendo el pensamiento de los grandes filósofos musulmanes Al-Kindi, Al-Razi, Al-Farabi, Avicena, etc. Creía que la tradición espiritual islámica estaba moribunda y que las ciencias espirituales enseñadas por la primera generación de musulmanes habían sido olvidadas.[3] Decepcionado en su búsqueda de una verdad filosófica, se orientó hacia un misticismo profundo, negando toda verdad de los filósofos y acusándolos de infidelidad. En su obra Tahafut al-falāsifa (La incoherencia de los filósofos) muestra por el mismo método de los filósofos, que domina por sus estudios, que los filósofos no llevan más que a errores, condenables ya que contradicen la revelación. La crítica apunta principalmente a la ciencia aristotélica de Avicena desarrollada más tarde en la Europa del siglo XIV. Dicho libro será criticado un siglo más tarde por Averroes.[4]