El efecto Dunning-Kruger es el sesgo cognitivo por el cual algunas personas dotadas de capacidades relativamente limitadas en áreas concretas tienden, precisamente debido a esas limitaciones, a sobreestimar su capacidad y desempeño reales en esas áreas. Algunos investigadores también incluyen en la misma categoría cognitiva el efecto recíproco, es decir, aplicado las personas de alto rendimiento, y que podría sintetizarse como la tendencia a subestimar su propias facultades.
El estudio inicial fue realizado por David Dunning (Míchigan, 1959) y Justin Kruger (California, 1968). Se enfoca en el razonamiento lógico, la gramática y las habilidades sociales. Desde entonces se han realizado diversos estudios en una amplia gama de tareas. Entre ellas se incluyen habilidades de campos como los negocios, la política, la medicina, la conducción, la aviación, la memoria espacial, los exámenes en el colegio y la alfabetización.
El efecto Dunning-Kruger ha sido descrito como relevante para varios asuntos prácticos, aunque hay desacuerdos con relación a cuál es la magnitud de su influencia. Puede llevar a las personas a tomar malas decisiones, como elegir una carrera para la que no son aptas o actuar de forma peligrosa para ellas mismas o para los demás por no ser conscientes de que carecen de las habilidades necesarias. También puede inhibir a los afectados de abordar sus deficiencias para mejorarse a sí mismos.