Hiperandrogenismo o exceso de andrógenos es una condición médica caracterizada por niveles excesivos de andrógenos y la exacerbación de sus efectos asociados en el cuerpo. Es una trastorno endócrino común en mujeres en edad reproductiva, con una prevalencia de 5 a 10 %.[1]
El hiperandrogenismo es un desafío diagnóstico complejo, tanto para el médico práctico como para el investigador clínico. Las manifestaciones clínicas y los resultados de laboratorio acercan al diagnóstico.[1]
El hiperandrogenismo es uno de los síntomas primarios del síndrome de ovario poliquístico (SOP). En tales casos, se presenta con síntomas como acné y seborrea, es frecuente en mujeres adolescentes y es a menudo asociado con ciclos menstruales irregulares. En la mayoría de las instancias estos síntomas son transitorios y reflejan la inmadurez del eje hipotálamo-hipófiso-ovárico durante los primeros años posteriores a la menarca.[2] Aproximadamente tres de cada cuatro pacientes con SOP (según criterios de diagnóstico del NIH/NICHD 1990) presentan hiperandrogenismo, siendo la testosterona libre el principal marcador predictivo con aproximadamente 60% de los pacientes con niveles por encima de la normal.[3]
El hiperandrogenismo puede también ser resultado de una producción excesiva de andrógenos a nivel adrenal o gonadal a causa de adenomas adrenales, carcinomas o hiperplasias, tumores de células de Leydig en hombres, y arrenoblastomas en mujeres.[4]